AGATA
El agata es un mineral que no cuenta exactamente como una piedra preciosa, es considerada semipreciosa. El ágata es además un mineral de sílice común, no como otros de su tipo. El ágata no tiene un estilo o color determinante, de hecho, puede tener muchas variantes, existen muchísimos tipos de ágata. Se considera parte de la familia de los cuarzos. Cada capa que lo compone es un tipo de microcristales de diferente tono o forma. No dudes en comprar piedras naturales en nuestra tienda de minerales online al mejor precio.
El ágata tiene un diseño diferente dependiendo del lugar que se extraiga y las variantes naturales con la que se creó en su entorno, pero si puedes encontrar estos cuarzos con diseños similares, independientemente del tipo todos son preciosos. Los más comunes son el ágata de ojo, el ágata de fuego y el ágata botswana.
¿Por qué se forma el ágata?
Usualmente se desarrollan dentro de vesículas volcánicas donde abundan las capas hechas de sílice u otros elementos afines. Las capacidades reducidas dentro de estos lugares tienen la temperatura perfecta para las capas se fusionen en una sola hasta alcanzar tal diseño, la variedad de la temperatura también puede ocasionar esa deformación de colores que tanto caracteriza al cuarzo.
El ágata también se adapta a las irregularidades que se pueden presentar en el lugar, no importa si no cuenta con una alineación perfecta o el espacio parece imposible, esta piedra se adapta y se termina desarrollando en el lugar que sea necesario. La cavidad se va convirtiendo en un espacio completo solo de ágata, por lo que puedes encontrar grandes cantidades en una misma zona. La forma más común en la que puedes encontrar es en nódulos circulares o incluso perillas perfectas.
Muchas personas que pueden hacerse con los cuarzos de ágata suele picarlo para que los colores internos sean más visibles y le den un efecto más precioso a su acabado. Actualmente contamos con diversos patrones de colores en estas piedras y es muy probable que en futuro se desarrollen muchas más.
El ágata es una piedra que necesita ser pulida para que los colores y sus destellos sean aprovechados en su gran magnitud, además de activar las energías que se encuentran dentro.
¿Dónde se encuentra la piedra ágata?
Los lugares con una gran cantidad de ágata en su composición son dentro de los Estados Unidos, en los estados de: Montana, Oregón, Idaho y hasta Washington. No solo cuentan con este cuarzo, también hay grandes yacimientos de otros tipos de piedras.
Todas las cavidades dentro de rocas o donde la lava se ha secado con el tiempo tiene la posibilidad de desarrollar ágatas, y no nos olvides que cualquier volcán con zonas rocosas también puede tener ágatas en su interior.
Además de poder adaptarse a su entorno y tomar la forma que sea, las ágatas son muy resistentes y es difícil romper una piedra de ellas. Las fórmulas químicas no pueden desintegrar este cuarzo, solo se logra a través de cortes industriales.
Si su corte te recuerda a el tronco de un árbol, probablemente tienes un ágata en tus manos. Más los colores translúcidos, brillantes u opacos que puedes percibir.
La historia del ágata
La primera producción de los cuarzos de ágata se los otorga a los alemanes, especialmente en su primera explotación en la ciudad de Idar-Obertein, este es uno de los lugares más importantes cuando de piedras preciosas se habla, pues su terreno se encuentra repleto de ellas. Los más comunes en esta zona hace muchos años atrás eran el jasper y la piedra ágata, que gradualmente después de obtenerlos se mandaban a cortar y pulir. Todos esto realizado por los artesanos de la época.
En 1800 también ocurrió un evento importante para el cuarzo y es que en Río Grande do Sul, ubicado en Brasil, se encontró un gran terreno que albergaba cantidades y cantidades de ágata en su zona, además no perdieron el tiempo y se pusieron manos a la obra. Todavía para el tiempo no tenían la forma de pulirlas, así que eran enviadas a la ciudad de Idar-Obertein y que tuvieran su proceso industrial en Alemania. Hasta el día de hoy se mantiene como uno de los pioneros de este arte y sigue ejecutando los cortes con precisión.
El nombre de “ágata” se tomó gracias a un río ubicado en una isla de Italia. Se encuentra en la isla de Sicilia y aunque actualmente se conoce como el río Dirillo, en la antigüedad se denominaba río “achates”; en las profundidades de este se encontraban cientos y cientos de ágatas en todo su esplendor y empezaron a ganar su popularidad en estas zonas.
A pesar que el ágata se la ubica como uno de los minerales y que muchas piedras también nacen así, el ágata no le debe su formación 100% a esto. Es gracias al enlace de los cristales que se hacen en las zonas volcánicas y que se encuentran como sílice, es que se puedan desarrollar por completo. Las propiedades juegan un importante papel en sus capas, pues estas son las que les proporciona su originalidad y los colores que pueden adoptar.
El uso del ágata
El ágata es una piedra comúnmente utilizada para los accesorios o también para las creaciones de objetos ornamentales increíbles. Puedes llegar a realizar talles sobre cameos e poner como losas en tu hogar y sin son pulidas mucho mejor. Dentro del mundo de la joyería se puede decir es que de las piedras más accesibles y que puede ser adapta a varias formas, como: en aretes, pulseras, collares, anillos, también para coronas o adornos en prendas de ropa.
Puedes hacer figuras a gran o menor escala para tu casa o cuarto, puedes hacer macetas para las plantas y adornos colgantes.
La energía del ágata
El ágata tiene la fuerza para mantener su energía almacenada por mucho tiempo y para proporcionarle a la persona una estabilidad a lo largo de su vida. En cada etapa de crecimiento no está demás tener este cuarzo a la mano para desarrollar tu madurez y la forma de actuar antes ciertas situaciones. Sus propiedades se basan en la confianza y en la calidez personal. Durante el embarazo esta piedra te será de gran ayuda, puede potenciar la lactancia de la madre, ayudan con los dolores y que superes las etapas de depresión post paro comunes en muchas mujeres.
Este cuarzo también ayuda controlar nuestro deseo de consumismo y de llenarnos de cosas que no usaremos nunca jamás, además de poder ayudarnos a salir de este problema si ya estamos fuera de control. Para las personas que tiene una cantidad interminable de responsabilidades a la vez, el ágata nos ayuda a mantenernos estables y terminar con nuestros deberes lo más pronto posible. La creatividad es algo que no pasa desapercibido para las personas, sobre todo si eres artistas o escritor, obtendrás una fuente interminable de ideas para tus obras.
El ágata está ligado al embarazo, pero no se queda ahí. También en la etapa de crecimiento de nuestros niños los protege de lesiones y que puedan llegar a caminar rápidamente sin un número exagerado de caídas en su repertorio. Además, tu matrimonio será reforzado con el cuarzo en tu hogar. Recuerda no dejar tu ágata en la casa cuando realices viajes familiares o vayan en carro, así repelen la posibilidad de un accidente.
La energía curativa física del ágata
Uno de los mayores efectos curativos del ágata se encuentra en la mente, donde proporciona ventajas para: el análisis del entorno, la concentración, la forma de ver las cosas y la madurez mental con la que te guías en el camino. Pero puede funcionar como remedio cuando tengas problemas con la salud.
Si sufres de gastritis o quieres mantener estable tu sistema digestivo puedes usar este cuarzo, una forma de hacerlo es colocarlo sobre nuestro abdomen y dejarlo por un rato; también puedes optar por el elixir del ágata. Puedes hacer estos mismos procedimientos sobre estas partes del cuerpo como: las piernas, el útero, los ojos y algunos huesos.
Puedes colocar el ágata sobre el corazón para corregir anormalidades como deficiencia o fallas en los vasos sanguíneos. Esto, además, puede hacer que se fortalezca más y que no tendrás que volver a pasar por estas debilidades. Los músculos cardiacos estarán más fuertes si repites esto cada día en un mismo lapso de tiempo. Para la fiebre puedes optar con someter al cuarzo a temperaturas bajas y luego colocarlo sobre tu frente, puede funcionar para el insomnio y para los efectos de la epilepsia.
El ágata espiritual
Al ser nacida en las cavidades de los volcanes, el ágata ya conoce los excesos de la furia y el calor; por eso en cuestión de espíritu te llena de conciencia y valentía para saber cómo llevar las cosas y cómo reaccionar en ciertos momentos de tu vida. Toma todos los elementos de la vida y te los ofrece, puedes tomarlo cuando quieras. Después de un tiempo llegará a un nuevo nivel en la estabilidad mental.
La meditación con ágata
Si implementas el ágata a tu rutina de meditación no solo podrás obtener una permanente estabilidad emocional y mental, también puedes ir mucho más allá del enfoque común del mundo. La mente puede abrirse a muchos sentidos de la vida y darte la oportunidad de conocer más.